viernes, 21 de septiembre de 2012

DANIEL SAN VS. DRE

                                                      KARATE KID                por Leo Chubelich  
 

Vayamos por partes: como bien dice Marcos Navarro, las dos versiones de "Karate Kid" son nobles espectáculos de ese subgénero llamado " películas deportivas", y si me preguntan a mí, como espectador moldeado cinematográficamente en la década del 80 y por una cuestión de memoria emotiva, me inclino, en la pulseada entre original y remake, por la película dirigida por John Avildsen y protagonizada por el olvidado Ralph Macchio (digresión pertinente: hace poco vi a Macchio en TZM, ese programa que, con malicia e ingenio, somete a la befa y al escarnio al "show business" americano). Ahora bien, hay detalles que hacen de ambas experiencias fílmicas dignos exponentes a considerar.
En primer lugar, es decididamente un milagro que la nueva "Karate Kid" haya salido bien si tenemos en cuenta que su director es Harald Zwart, responsable de subestándares oprobiosos como Agente Cody Banks y La Pantera Rosa 2. Prueba concluyente de que, en ocasiones, la labor colectiva de equipo creativo y voluntarioso puede suplir las deficiencias de directores mediocres. Digno es remarcar que esta remake incluye una secuencia virtuosa: aquella, filmada con subjetiva y cámara lenta, en la que el protagonista recibe una golpiza colectiva, secuencia que sabe crear un interesante clima de irrealidad, profundizado por los primeros planos del rostro odioso del villano, hallazgo si los hay de esta película.
Ahora, si bien ambas películas son decididamente idénticas (chico recién llegado a la ciudad, ausencia de figura paterna, abusos reiterados por parte de un grupo de alumnos del establecimiento educativo al que concurre, métodos no convencionales para aunar reflejos y técnicas de defensa personal con el objeto de superar la adversidad), la nueva Karate Kid presenta interesantes diferencias.
El señor Miyagi ahora se llama Han, y Han es el enorme Jackie Chan, que aporta a su personaje toda la doliente humanidad que no supo transmitir su predecesor. Pocas veces se lo ha visto a Chan tan vencido, aplastado por el paso del tiempo, surcado por esas estrías crueles que amablemente bautizamos arrugas, como en esta oportunidad. Un Han estragado por el alcohol que deberá apoyarse, las más de las veces, en su pupilo para continuar.
Otra diferencia sustancial con la versión original es que aquí se ha bajado la edad de su protagonista de diecisiete a doce, lo cual ha permitido la incorporación del hijo de Will Smith, Jaden Smith, que ahora es Dre en lugar de Daniel. Una de las decisiones más curiosas de " Karate Kid 2010 " radica en liberar la autoconciencia y dejarse llevar por la idea de que este chico puede derribar las instancias aciagas, convirtiéndose en un atleta consumado sin disponer de formación anterior de índole alguna. En la película de Avildsen, Daniel San presentaba de antemano algunos conocimientos básicos de Jiu Jitsu; aquí no hay experiencia previa. Dre se transforma en un competidor marcial de la noche a la mañana, sin reforzar visualmente y en demasía el esfuerzo de ligar reflejos a la automatización de las tareas domésticas. Algo así acentúa ciertos rasgos que remiten al cuento de hadas, sosteniéndose la idea de que cualquiera, con la sustentabilidad del esfuerzo, puede erigirse en un nuevo Dre. Estas, a mi entender, son algunas de las diferencias que marcan distancia entre ambas versiones, además, claro está, de los aspectos técnicos, mayormente relevantes, que planteaba Marcos en su crítica. De más está decir que la película de Zwart está bien filmada, luce grandes peleas, y se mueve con soltura en el terreno de las emocionantes películas deportivas. L.C.





TRAILER - KARATE KID (ORIGINAL)

TRAILER - KARATE KID (REMAKE 2010)
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