jueves, 20 de septiembre de 2012

PELIGR"OSO"

                                                        TED                              Por Leo Chubelich 

Cito a Leonardo M D`Espósito: " Los cuentos de hadas tienen varias características implacables. La primera: transcurren en un universo similar al del sueño, donde cualquier cosa es posible. La segunda: son materialistas. Efectivamente: a diferencia de los libros sagrados, donde el monopolio de lo imposible lo ejerce una fuerza moral (llámese Dios o dioses, para el caso es lo mismo) a voluntad y descontroladamente, en los cuentos de hadas la magia es precisa, los hechizos tienen contrahechizos, no se pueden usar a voluntad y cada encantamiento está rigurosamente atado a la mecánica del mundo. Es la dialéctica del hechizo: si mentís, te crece la nariz; si te hago un vestido encantador, se te va a hacer trizas a las doce de la noche; si te agarrás una modorra secular, para despertarte te tienen que besar. Y así todo. "
Queda claro, entonces, que el cuento de hadas plantea la disolución de Dios, y también podríamos agregar que narra la disolución de la inocencia o su triunfo en un mundo donde ha desaparecido.
Es inocente John Bennett, cuando a los ocho años de edad le pide a una estrella fugaz que su oso de peluche pueda hablar y se transforme en su mejor amigo por siempre, cosa que efectivamente sucede para beneplácito de la notoriedad. Ambos crecen y son famosos por un tiempo, pero veinticinco años después, Ted (tal es el nombre del plantígrado) sigue pegado a su dueño, lo cual resulta contraproducente porque en la vida de John está Lori, su novia desde hace cuatro años.
"Ted" es la primera película de Seth Mc Farlane, creador de series televisivas como Family Guy y American Dad, y es una comedia corrosiva que presenta a un peluche que fuma drogas, frecuenta mujeres (especialmente prostitutas), consume filmes ochentosos pésimos pero entrañables (las múltiples referencias a Flash Gordon, aquella cinta protagonizada por el olvidado Sam Jones y musicalizada por Queen, incluyen uno de los mejores comentarios que escuché en mi vida acerca de estos artefactos: Es malísima, pero está buenísima) y regurgita groserías a la velocidad de un rayo. Mc Farlane se encarga de elaborar una trama escatológica que dispara aquí y allá una batería de incorrecciones para lucimiento de su Ted - el oso lleva su voz y podría catalogarse como su álter ego -, que dan en el centro de la diana las más de las veces, y que refuerzan esa problemática que es estría desopilante en ese " corpus " bautizado " Nueva Comedia Americana ": la resistencia a la adultez, la negación al cambio y a aventurarse en la terra incognita de la nuevas responsabilidades, especialmente cuando el cambio tiene el bello rostro definido de Lori Collins (Mila Kunis, de Amigos con beneficios) que demanda a su pareja que se deshaga del peluche.
"Ted" es la eyaculación chistosa, filosa, de variadas alusiones a la cultura popular de su protagonista deforme, pero no es lo único sobre lo cual gira este artefacto. Mc Farlane también permite que sus protagonistas de carne y hueso brillen, como el gran Wahlberg que ya ha dado muestras de su talento para la bizarrada en la desopilante " Policías de repuesto " de Andy Mc Kay y la fotogénica Mila Kunis, más afín a este tipo de exponentes y que se ve obligada a lidiar con los restantes vértices inmaduros del triángulo

El tipo de relación sentimental que el film expone adquiere espesor porque se trata, ni más ni menos, que de construir un espacio de intimidad que se legitima porque hay dos personas que se aman. Mc Farlane, asimismo, también acierta en ello: logra que nos importe lo que le pasa a esa pareja. Y Mila Kunis, con sus ojos grandes de Animé, sabe traslucir, en los momentos difíciles, que está muriendo de amor. Al tratarse de un cuento de hadas y como decíamos al principio, hay momentos que se vuelven surrealistas al liberarse la autoconciencia de los ochenta: la fiesta organizada por Ted en su apartamento y a la que asiste Sam - Flash Gordon - Jones y la pelea a trompada limpia entre el peluche y John Bennet. En la primera, está tan bien filmada y se vuelve vertiginosa al meter tantos chistes a lo bestia que el manejo bombástico del humor no da tregua al espectador; En la segunda, simplemente asistir a una trifulca entre un peluche y un humano se convierte en EL acontecimiento de la película. "Ted" libra una batalla por convertirse en el primer "cuento de hadas escatológico" comercial de la historia o profundizar en los vínculos de pareja con el siempre redituable filón de los adultos que desisten de crecer. Al final, el cuento fantástico se fagocitará todos los piélagos por donde viaja el film y la trama bajará sus · decibeles ", sensibilizándose peligrosamente. Cortina de humo para que Mc Farlane le haga proferir a su muñeco maldito otro "one liner" abrasivo para reírse de todo y de todos. L.C.

TRAILER - TED

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