sábado, 18 de agosto de 2012

12 AÑOS DESPUES...

           EL VENGADOR DEL FUTURO (TOTAL RECALL)      Por Leo Chubelich

En primer lugar, Paul Verhoeven es un realizador holandés que ha sabido dotar a sus ficciones de un cariz marcadamente político. Verhoeven siempre hizo películas violentas, pero la incidencia de esa violencia ha sido superada largamente por una metafórica política intensa. En su " El vengador del futuro ", basada en un relato del maestro de la ciencia ficción Philip Dick, había un subtexto fundamental: que la realidad podía ser un producto de la manipulación política y la revolución, en ese contexto de opresión y maquinación constantes, un arma cargada de futuro. En efecto, en aquella película de principios de la década del noventa, protagonizada por un tal Arnold Schwarzenegger, había un antihéroe llamada Quaid, un laburante anónimo que acudía a una empresa de entretenimientos llamada " Rekall ", especialista en implantar recuerdos, vivencias, que le permitieran a sus clientes vivir las vidas que sólo habían soñado. Quaid quería probar las peripecias de un agente secreto, pero la prestación terminaba disparando algo dormido en su cerebro que ponía de manifiesto que en verdad era ese agente, engranaje de una sórdida y compleja trama interplanetaria. Precisamente, en esa experiencia limítrofe entre realidad y ficción, vigilia y sueño, se jugaba, a puro vértigo, su parada " El vengador del futuro - versión 90 ".

Ahora llega a los cines esta flamante remake capitaneada por Len Wiseman (responsable de la saga Underworld y la última Duro de matar) y protagonizada por Colin Farrell, que no hace más que reescribir la historia con los codos, borrando todo lo bueno de su predecesora. He leído por ahí que la tecnología actual mejoró ostensiblemente el nivel gráfico de la acción y no concuerdo. Todo está filmado...
con ese vértigo enfermo de gigantismo que desdeña la información contextual (no se advierte de dónde vienen y hacia dónde van sus protagonistas) y la canchereada CGI es tan bombástica que, en vez de privilegiar la experiencia inmersiva, termina transformando al conjunto en una berretada hi-tech, y así, amigas y amigos, más es menos, como lo demuestran los contundentes en su materialidad FX de la primera entrega. También es dable destacar que todo costado político, incluido en la obra de Verhoeven, apuntalado por la omnipresencia perturbadora de un estado militarizado, ha sido reducido a un inexpresivo Farrell dedicado a correr hacia ninguna parte, tironeado por un guión que se limita a aumentar exponencialmente las correrías de victimarios/ víctimas, y a darle a todo el asunto estética de videogame. Y como para videojuegos ya tenemos a los desarrolladores del mundo unidos, propongo cineastas para estas adaptaciones. Cineastas como Paul Verhoeven y no como Len Wiseman. L.C.
TRAILER - TOTAL RECALL (2012)
La utilización de estos enlaces no persiguen ningun fin comercial.

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